Publicado en Periódico de Aragón en Febrero 2015
El Informe de Generación de Riqueza (IGR) que desde hace ya dos años publicamos en el CIEM, Centro de Incubación Empresarial de Milla Digital, recoge en 35 indicadores económicos, fiscales, sociales, y medioambientales, toda la Riqueza que un ecosistema emprendedor como el CIEM genera en una ciudad como Zaragoza. Hasta tal punto se ha convertido en una referencia, que el IGR lo presentamos en el año 2014 en Madrid y en Barcelona en dos de las más prestigiosas Escuelas de Negocio de España y Europa, el Instituto de Empresa, y ESADE.
Este Informe arroja datos tales como que en el CIEM cada empresa entra con una media de dos personas, al año son tres, y cuando salen ( duración máxima de la estancia 2 años) salen cuatro o más personas; o que en las empresas del CIEM ha crecido una media de 77% el número de proveedores, de los cuales el 69% son de la Comunidad Autónoma de Aragón, con lo que eso tiene, no sólo de demanda de productos o servicios, sino de generación de empleo indirecto. Así mismo, si analizamos esta cadena de valor de las empresas del CIEM, no sólo hacia atrás, por el lado de los proveedores, sino hacia adelante por el lado de los clientes, descubrimos que cada empresa del CIEM genera un cliente nuevo cada 16 días, y un dato muy importante, un 44% de las empresas del CIEM, exportan. Es decir, no nos encontramos en una economía endogámica, de intercambio de billetes entre proveedores y clientes, sino que producimos, generando riqueza en nuestro territorio, y vendemos fuera (el ICEX reconoce la mejor tasa de exportación de la empresa española en un 9%). Por último y por significar dos datos más de los 35 que se pueden encontrar en el IGR, en el CIEM se necesitan dos empresas de media para generar una patente o registro en propiedad intelectual, y se han desarrollado 13 proyectos en colaboración empresarial entre las empresas del CIEM, es decir, empresas que no se conocían de nada antes, terminan desarrollando propuestas de valor conjuntas.
Toda esta información evidencia una nueva economía emergente: una economía que genera empleo en el territorio, directo e indirecto, trabaja en cooperación empresarial para impactar desde lo micro en lo macro, está basada en el conocimiento (patentes y registros) y en las nuevas tecnologías, y es fundamentalmente una economía que no conoce fronteras (exportación).
Quizás ahora que se elaboran los programas electorales sea conveniente tener en cuenta además un dato crucial: el impacto fiscal que tiene cada euro invertido en el activo de las empresas del CIEM, es cinco veces superior, en términos relativos, a cada euro invertido en una empresa del IBEX 35. Nueva economía, nuevas necesidades, nuevas políticas, ¿alguien lo está viendo?.
Carlos Piñeyroa Sierra